Exposición

Museo de Bellas Artes de Asturias. Últimas adquisiciones de arte contemporáneo asturiano (2013-2020) más una donación.


Irma Álvarez-Laviada (Gijón, 1978), Breza Cecchini  (Oviedo, 1976), Maite Centol (Logroño, 1963), Pablo de Lillo (Avilés, 1969), Mónica Dixon /New Jersey, Estados Unidos; 1971), Sandra Paula Fernández (Oviedo, 1972), Juan Fernández Álava (Piedras Blancas, 1978) Cristina Ferrández (Alicante,1974), Francisco Fresno (Villaviciosa, 1954), Dionisio González(Gijón,1965), Federico Granell (Cangas de Narcea, 1974), Ramón Isidoro (Valencia de Don Juan, 1964), Eugenio López (Oviedo,  1951), Benjamín Menéndez (Avilés,1963), Natalia Pastor (Pola de Laviana, 1970), Edgar Plans (Madrid, 1977), Avelino Sala (Gijón, 1972), Carlos Suárez (Avilés,1969),  Cuco Suárez (Pola de Laviana, 1961),  Francisco Velasco (Pelúgano, Aller, 1955),Javier Victorero (Oviedo, 1967), Tadanori Yamaguchi (Osaka, 1970)


Del 9 de Abril al 29 de Mayo 2021
Salas 1 y 2
De lunes a sábado de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas
Entrada libre y gratuita hasta completar el aforo

  

El Museo de Bellas Artes de Asturias y el Valey Centro Cultural de Castrillón han jugado un papel muy destacado en la difusión a lo largo de estos últimos años de lo mejor del arte actual asturiano. El primero desde su posición de institución más sólida, desde el punto de vista museístico, de nuestra región, atenta a cubrir un radio de acción de varios siglos, incluidos aquellos relativos a la contemporaneidad. El segundo, desde su papel de organismo abierto, dinámico y vivo, en el que artistas de todo tipo han realizado proyectos expositivos de enorme interés y calidad.

Para el caso concreto de esta exposición, la misma debe entenderse en clave de presentación ante la sociedad de las 22 obras de arte contemporáneo asturiano adquiridas por el Museo de Bellas Artes de Asturias desde 2013 hasta la actualidad con cargo a la herencia que en 2002 dejara al centro el filántropo asturiano Aureliano Menéndez, así como a la aportación presupuestaria del Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Oviedo, esta última en 2020. Esas compras se realizaron, por un lado, a los artistas que desde 2013 fueron protagonistas del programa de proyectos específicos impulsado por el Museo para el patio y las salas de exposiciones temporales del Palacio de Velarde, así como a los que en ese año de 2020 se decidió incorporar a las colecciones. A esas 22 obras se ha añadido una última, la de Edgar Plans, que el artista donó al Museo en 2017.

Todos ellos, nacidos principalmente en las décadas de 1960 y 1970, a excepción de Francisco Fresno, Eugenio López y Francisco Velasco, serían artistas cultivadores de distintos géneros, registros y estilos, y por lo tanto muy difíciles de homogeneizar, pero también creadores que han demostrado reunir una serie de cualidades que permiten, aunque sea de manera general, relacionarlos entre sí. Entre ellas cabe destacar su elevado grado de formación, su interés por entrar en contacto con distintas disciplinas, su fuerte impulso experimentador y un profundo conocimiento del medio artístico regional, nacional e internacional, que ha hecho que en muchos casos su obra haya podido proyectarse más allá de nuestras fronteras. De todo ello surge una propuesta, como no podía ser de otro modo para el caso concreto de una muestra de estas características, polifónica, ecléctica y heterogénea, así como variada en cuanto a sus hebras discursivas, con la que el Museo de Bellas Artes de Asturias pretende una vez más salir de sus muros y llevar su colección a todos los rincones de la sociedad asturiana.

Alfonso Palacio
Director del Museo de Bellas Artes de Asturias