Taller experimental de Humberto
Sala 2
Del 5 de Diciembre 2014 al 15 de Enero 2015
Entrada libre y gratuita
Los hilos y las tramas del taller de Humberto
Es sabido que Marcel Duchamp fue con mucho el fenómeno más perturbador que se ha manifestado en la historia de arte al poner en duda su naturaleza, cuestionar los conceptos artísticos tradicionales y ampliar con ello en proporciones nunca imaginadas sus fronteras. Después de su vida, de su obra y de su pensamiento, nada ha sido igual en la creación artística y es muy dudoso que, de no haber existido, Joseph Beuys hubiera afirmado que todo el mundo es un artista, ni Andy Wharhol, el artista que llevó sus ideas hasta las últimas consecuencias, que cualquier cosa puede ser arte, ni tampoco que Picasso hubiera dicho que se puede hacer arte con cualquier cosa y con casi nada, cualquiera que sean las reservas o polémicas con que estemos dispuestos a matizar todas estas manifestaciones. Incluso sus detractores reafirmaron el decisivo poder de su influencia, como el crítico de arte del formalismo Clement Greenberg cuando aseguraba que la mayor parte del arte contemporáneo se reducía a mero Duchamp recalentando o cuando Thomas B. Hess, que fuera director de «Ad News», aunque con mayor ambigüedad e irónica reticencia, le llamaba «corruptor de menores» por el mal ejemplo que daba a los jóvenes que le seguían.
La figura de Duchamp ha venido siendo referencia fundamental en el arte transformador del siglo veinte, pese a que tantas otras cosas hayan sucedido en el arte y en el mundo desde su aparición. Si la invoco ahora en este texto es porque una de las claves de su pensamiento es la consideración de que la meta del arte está, más incluso que en la obra en sí, en la libertad del artista para crearla y ese espíritu de libertad es uno de los principios en los que se basa la enseñanza en el taller de Humberto, desde que iniciara su trabajo hace casi cuarenta años y algo que inspira también la exposición que ahora podemos ver en Avilés.
Humberto es un personaje muy conocido en Asturias, primero como importante pintor y luego, progresivamente, según iba sacrificando a la enseñanza su propia actividad creativa, sobre todo como extraordinario maestro de arte, como muy pocos puede haber en España con tan profundo conocimiento de sus disciplinas, tendencias, técnicas y materiales y capacidad de experimentación de nuevos lenguajes. En su taller se han formado como artistas y ampliado su conocimiento del arte, su historia, significación y manifestaciones, cientos de alumnos de todas las edades, bastantes de los cuales ocupan hoy un lugar de relieve en el arte asturiano, pero prácticamente todos se han enriquecido con la experiencia del taller. Las personas que acuden al taller tienen en común la pasión por el arte que se acrecienta y adquiere nuevos valores en un aprendizaje que se prolonga en actividades más allá de las clases, en reuniones, charlas, coloquios, viajes a ferias internacionales, constitución de grupos artísticos, cursillos de formación con destacados artistas contemporáneos o, en fin, exposiciones colectivas de la gente del taller, en España o el extranjero, cuya relación figura en este catálogo.
Las exposiciones han respondido a diferentes planteamientos. Algunas, entre ellas «Hilos y tramas» que ahora se presenta, responden a la inquietud por la innovación, sabiendo que el arte acontece como una sucesión de rupturas con lo anterior y que las disciplinas clásicas se revitalizan y se mantienen como lenguas vivas cuando hacen compatible lo mejor de las tradiciones heredadas con la incorporación de nuevas formas de expresión y materiales o tecnologías propias de la contemporaneidad.
«Hilos y tramas’, un título que por cierto tiene ecos literarios, como narrativos, posee evidentes connotaciones textiles evocadoras de lo artesanal, antiguas manualidades de todas las culturas. Es uno de esos títulos cuya sola mención parece condicionar los conceptos de una muestra, aunque en este caso eso es solo una derivada del proyecto, porque de lo que en realidad trata esta exposición es de la investigación sobre el lenguaje como motivador de la obra, con la particularidad de que los hilos y tramas que constituyen el pie forzado de la experiencia tienen, como materia o como metáfora, buena tradición en la creación plástica. El hilo, por una parte asociado en todo el mundo a formas de arte relacionadas con los roles del trabajo femenino, de proyección tanto artística como decorativa, o describiendo junto a la aguja un amplio paisaje conceptual en relaciones con la sexualidad, el dolor, el hermetismo, la sanación, etc., pero también como filamento delgado de cualquier material en su posibilidad de infinitas maneras de describir la forma, cosa que se pone de manifiesto en esta exposición. Y por otra parte el hilo tejido y su conversión en textura, urdimbre, trama en definitiva constructora de la obra.
Estos instrumentos lingüísticos son la base de esta peculiar manufactura del arte a partir de la cual los artistas del taller se entregaron a la búsqueda de lo inesperado, desde la imaginación, la libertad de creación y su propia personalidad y formación, utilizando toda clase de técnicas, materiales, procedimientos o estilos, aquel «hacer arte con todo» picassiano desde una apuesta por la innovación que no carece de riesgo. Esta hibridación de recursos puede incluir del dibujo, cualquier tipo de estampación o grabado, pigmentos pictóricos, fotografía, tratamientos electrónicos o digitales de la imagen, objetos, esculturas, instalaciones, collages, superficies pintadas, estampadas o tridimensionales, yuxtaposiciones eclécticas, imaginativas relaciones formales que pueden conducir a abstracciones, figuras, paisajes o alegorías relacionadas con el arte o la vida… pensamientos convertidos en imágenes nuevas en el viaje personal de creación de un conjunto de subjetividades. Interesante y estimulante, como para no perder el hilo.
Rubén Suárez