Guerrillas antifranquistas 1937-1952
Gerardo Iglesias: Recopilación e Investigación
Sala 2
Del 15 al 31 de Enero 2015
Entrada libre y gratuita


La presente EXPOSICIÓN tiene como finalidad: 1) rendir homenaje a todas las personas, hombres y mujeres, que desde el momento del triunfo del golpe militar de 1936, ofreciendo toda su lección ética, dignidad y coraje, se enfrentaron al naciente régimen fascista, bien como guerrilleros, bien como enlaces, o poniendo sus casas a disposición de la resistencia armada, que en Asturias se prolongó quince años; 2) Contribuir a recuperar la memoria de aquella lucha heroica, y a lograr que los guerrilleros tengan, por fin, el reconocimiento jurídico y social a los efectos de la dignidad y los derechos que les corresponden como defensores de la libertad, y 3) apoyar la lucha en general por la recuperación de la MEMORIA DEMOCRÁTICA de nuestro país, secuestrada por la dictadura y aceptado el secuestro de la Transición.
Desde el punto de vista democrático, es inaceptable que el Estado español siga negando el menor reconocimiento a quienes protagonizaron la resistencia armada contra la dictadura franquista, pagando por ello un altísimo precio en vidas y sufrimiento. No solo eso. Se da la paradoja de que los mismos guerrilleros antifascistas que en Francia tienen reconocimiento de HÉROES NACIONALES, en España se les mantiene en sus expedientes el estigma de bandoleros, malhechores o terroristas; es el caso, por ejemplo, de los asturianos Cristino García Granda y José Vitini Flórez. Para mayor vergüenza, se cuenta por millares a los asesinados y desaparecidos por la dictadura franquista en aquella lucha, cuyos restos continúan abandonados por las cunetas, sin que el Estado democrático asuma la responsabilidad, como manda el Derecho Internacional, de localizar y exhumar los enterramientos, dándoles digna sepultura, por justicia y para descanso de sus familias.

La impunidad de los crímenes de la dictadura franquista y el olvido de las víctimas, hechos amparados por la Ley de amnistía de 1977, es una asignatura que más pronto o más tarde España tiene que solventar, como lo están haciendo los países latinoamericanos donde los dictadores también se habían blindado con las llamadas leyes del Punto Final. Quienes pensaron que el paso del tiempo jugaría a favor de los beneficiarios del olvido y la impunidad, se equivocaron. Cada día son más numerosas las Asociaciones nacidas de la sociedad civil que se implican en esta lucha.
Recientemente se ha creado en España la Plataforma por la Comisión de la Verdad, que investiga los crímenes de la dictadura, apoyada por importantes personalidades y numerosos colectivos sociales. Jueces de la República Argentina, amparados en el principio de la Justicia Universal, están asumiendo la investigación de los crímenes franquistas que aquí se le negó al juez Baltasar Garzón. El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas reclama lo mismo de las autoridades españolas.

Las nuevas generaciones tienen el derecho y la necesidad de conocer todo lo que supuso para España el golpe militar de 1936, por aquello de que “los pueblos que ignoran su pasado están condenados a repetirlo”.

Gerardo Iglesias